Enfermedad del hígado graso no alcohólico Diagnóstico por ultrasonido de cabecera

La tiroides es una glándula con forma de mariposa que se encuentra en la parte baja de la parte frontal del cuello. La tiroides se encuentra debajo de la nuez de Adán, a lo largo de la parte frontal de la tráquea. Tiene dos lóbulos laterales, conectados por un puente (istmo) en el medio. La tiroides secreta varias hormonas, denominadas colectivamente hormonas tiroideas. La hormona principal es la tiroxina, también llamada T4. Las hormonas tiroideas actúan en todo el cuerpo, influyendo en el metabolismo, el crecimiento y el desarrollo y la temperatura corporal. Durante la infancia y la niñez, la hormona tiroidea adecuada es crucial para el desarrollo del cerebro. Los ensayos clínicos han establecido un vínculo entre el hipotiroidismo y la enfermedad del hígado graso no alcohólico.

Esteatosishígado graso, es un resultado común de una agresión de moderada a grave a los hepatocitos, que son las principales células parenquimatosas del hígado que desempeñan un papel fundamental en el metabolismo, la desintoxicación y la síntesis de proteínas. Los hepatocitos también activan la inmunidad innata contra los microorganismos invasores al secretar proteínas de inmunidad innata. 

Una tiroides poco activa hace que el metabolismo se ralentice y conduce a un aumento en los niveles de la hormona estimulante de la tiroides (TSH). Esto también conduce a una acumulación de grasa en el cuerpo, lo que aumenta el riesgo de desarrollar enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD).

En los últimos 20 años, la enfermedad del hígado graso no alcohólico se ha convertido en una de las enfermedades del hígado más comunes en el mundo y abarca casi el 25% de la población mundial, incluidos los niños.

La esteatosis hepática se diagnostica mediante ecografía tras la exclusión de trastornos infecciosos y metabólicos. Mientras que el diagnóstico por ultrasonido y las muestras de suero en ayunas se toman para la determinación de la función tiroidea (TSH, FT4 y FT3), junto con la alanina aminotransferasa (ALT), el perfil lipídico, la glucosa, la insulina y la resistencia a la insulina.

 El ultrasonido es una herramienta precisa, no invasiva y ampliamente disponible en la detección de la enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD). La ecografía debe utilizarse como prueba de diagnóstico de primera línea en pacientes con enzimas hepáticas anormales cuando se excluyen otras causas. Los factores de riesgo clínico, cuando se utilizan con hallazgos ecográficos, tienen una alta precisión para identificar a los pacientes con NAFLD. Existe un algoritmo para las enzimas hepáticas anormales crónicas que ilustra el uso de la ecografía para reducir la necesidad de una biopsia hepática en el diagnóstico de NAFLD. Aunque los médicos deben conocer las limitaciones conocidas de la ecografía, incluida la incapacidad de clasificar o estadificar la fibrosis en pacientes con NAFLD.

Para las aplicaciones de ultrasonido mencionadas anteriormente, recomendamos los siguientes dos transductores de ultrasonido:

  • Escáner de ultrasonido convexo inalámbrico Color Doppler 3.5-5MHz, SIFULTRAS-5.21. Este dispositivo es el más adecuado para la detección de la enfermedad del hígado graso no alcahólico. Le permite visualizar la función hepática y hacer diagnósticos de forma rápida y segura.
  • Escáner de ultrasonido inalámbrico lineal SIFULTRAS-5.34 - equipado con un transductor de alta resolución de 7.5 MHz, este dispositivo se recomienda para medir el tamaño y la morfología de la tiroides con los sujetos sentados y el cuello ligeramente extendido. El volumen de la tiroides se define como aumentado de acuerdo con los valores de referencia para la edad, el sexo y el área de superficie corporal.

Este procedimiento lo realiza un endocrinólogo elegible.

Referencia: Hipotiroidismo y enfermedad del hígado graso no alcohólico: asociaciones fisiopatológicas e implicaciones terapéuticas
Pruebas de esteatosis hepática y función tiroidea en niños con sobrepeso y obesidad

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