El impacto del accidente cerebrovascular en las actividades de la vida diaria y la importancia de la rehabilitación

Las actividades de la vida diaria son los fundamentos del autocuidado. Después de un accidente cerebrovascular, las actividades de rutina pueden ser un desafío. Tareas orientadas al cuidado del propio cuerpo y posibilitando la supervivencia y el bienestar básicos. Como vestirse, preparar comidas, bañarse, lavar la ropa pueden convertirse en grandes obstáculos. 

De hecho, un derrame cerebral a veces puede causar discapacidades temporales o permanentes, dependiendo de cuánto tiempo el cerebro carece de flujo sanguíneo y qué parte se vio afectada. Una de las complicaciones más comunes es la parálisis o pérdida de movimiento muscular. Las personas afectadas quedan paralizadas de un lado del cuerpo o pierden el control de ciertos músculos, como los de un lado de la cara o de un brazo.

Después de un accidente cerebrovascular, los pacientes pueden tener dificultades con estas actividades de la vida diaria, lo que indica una necesidad crítica de rehabilitación para aumentar la independencia.

De hecho, la rehabilitación después de un accidente cerebrovascular gira en torno al concepto de neuroplasticidad, que se refiere a la capacidad del cerebro para reorganizarse en función de la experiencia. La forma más eficaz de promover la neuroplasticidad es a través de una práctica altamente repetitiva y específica de una tarea. Esto estimula el cerebro y refuerza la demanda de esas funciones. Reaprendiendo así las habilidades deterioradas.

Además, recuperar la capacidad para realizar las actividades de la vida diaria implica una participación intensiva en la terapia ocupacional. También es imperativo que los sobrevivientes de un accidente cerebrovascular continúen con la rehabilitación en el hogar y, gracias a los avances en la ciencia médica, es más fácil y más eficiente hacerlo. Como los guantes robóticos en el caso de una discapacidad de la mano posterior a un accidente cerebrovascular, que brindan aplicaciones directas y específicas de la tarea al mundo real, que ayudan a las personas a prepararse para la transición de regreso a la vida cotidiana. Por esta razón, la SIFREHAB-1.0 viene con el modo de entrenamiento Actividades de la vida diaria (ADL) que se enfocará en mejorar la movilidad a través de ejercicios específicos. Trabajando en el equilibrio, fortaleciendo los músculos y detectando la actividad de la mano consciente débil, luego impulsela para completar el movimiento de la mano previsto.

El modo de entrenamiento de la terapia del espejo también es útil en este caso. De hecho, en este proceso, la mano sana impulsa a la mano afectada para que se mueva sincrónicamente, activa la neurona espejo, proporciona a la mano afectada una fuerza motriz asistida para realizar tareas de entrenamiento y alivia el entumecimiento posterior al accidente cerebrovascular.

En consecuencia, muchos pacientes con accidente cerebrovascular experimentan dificultades para realizar las actividades de la vida diaria que pueden conducir a un desajuste psicosocial debido al estrés y la tensión a largo plazo y, en este caso, la rehabilitación con sistemas robóticos ofrece la práctica repetitiva de ejercicios e involucra a las personas en tareas básicas de autocuidado que ayudan recuperan su rutina de vida normal y mejoran significativamente su calidad de vida.

Ref: Vida diaria - Stroke Recovery Association NSW

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