Ultrasonido musculoesquelético

La ecografía musculoesquelética se usa para permitir que los médicos visualicen y detecten de manera efectiva esguinces, distensiones, desgarros, nervios atrapados, artritis y otras afecciones musculoesqueléticas y tratarlas de manera eficiente.

Este procedimiento no requiere preparación especial. Dejar las joyas en casa y llevar ropa holgada y cómoda es suficiente para someterse a ellas.

¿Qué dispositivo es el más adecuado para la ecografía musculoesquelética?

Uso del escáner de ultrasonido inalámbrico de doble cabezal en color SIFULTRAS-5.42 La FDA permite a los médicos visualizar el tejido musculoesquelético lesionado directamente en el consultorio sin tener que esperar una resonancia magnética, inyectar las estructuras lesionadas y mantener la visualización continua con aguja de las áreas objetivo.

Bien sea una lesión superficial o más profunda, el SIFULTRAS-5.42 permite el examen del sistema musculoesquelético a través de sus dos cabezas: la lineal y la convexa.

Su pequeño tamaño y peso ligero hacen que el SIFULTRAS-5.42 sea fácil de transportar y manipular, pero no compensa la calidad de la imagen en color.

Las imágenes de alta resolución se transfieren a través de WiFi a su teléfono o la pantalla de su tableta para una visualización más clara del sistema musculoesquelético y, por lo tanto, un diagnóstico más específico de la lesión musculoesquelética. 

El objetivo detrás del uso de la ecografía musculoesquelética es localizar desgarros en músculos o ligamentos para ayudarnos a derivar a los pacientes al centro correcto. 

La ecografía musculoesquelética se usa comúnmente en casos de:

  • Desgarros de tendones o tendinitis del manguito rotador en el hombro, tendón de Aquiles en el tobillo y muchos otros tendones en todo el cuerpo.
  • Desgarros, masas o acumulaciones de líquidos musculares.
  • Esguinces o desgarros de ligamentos.
  • Inflamación o líquido (derrames) dentro de las bolsas y articulaciones.
  • Cambios tempranos en la artritis reumatoide.
  • Atrapamientos de nervios como el síndrome del túnel carpiano.
  • Tumores de tejidos blandos benignos y malignos.
  • Quistes ganglionares.
  • Hernias.
  • Cuerpos extraños en los tejidos blandos (como astillas o vidrio).
  • Luxaciones de cadera en lactantes.
  • Líquido en una articulación de la cadera dolorosa en niños.
  • Anomalías de los músculos del cuello en bebés con tortícolis (torsión del cuello).
  • Masas de tejidos blandos (bultos / protuberancias) en niños.

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